Crítica de Batman v Superman: El amanecer de la justicia

Es ingenuo creer que sólo las películas de autor pueden contarnos algo acerca de la situación actual en la que vivimos. Tal vez algunas películas sean superiores a su valor de mercado y, a pesar de que ese no sea su objetivo principal, éxitos de taquilla pueden poseer una conciencia crítica además de provocar interesantes reflexiones sobre nuestro tiempo.

"Batman v Superman: El amanecer de la justicia" comienza recapitulando los acontecimientos de El Hombre de Acero (2013), pero en esta ocasión vistos desde la perspectiva de Bruce Wayne (Ben Affleck), un hombre asistiendo a una pelea entre Dioses que destrozan todo a su paso y causan innumerables daños.

En medio de los escombros, Bruce es cubierto por el polvo de un edificio caído, y en ese plano casi de apertura tenemos la síntesis de Batman v Superman, un héroe humano cegado de nuevo por la tragedia, delante de un ser casi mítico del que nadie sabe hasta dónde llega su fuerza. De la inseguridad, surge el miedo, y del miedo, surge la violencia, que es manipulable de forma potencial. Y a partir de esa disonancia entre los dos héroes se plantea el conflicto de la película. Resulta interesante observar cómo Zack Snyder construye ese punto de vista. El espectador siente con la misma intensidad y aprensión la angustia y el miedo de Bruce Wayne, y la duda, las preguntas y la desconfianza de Clark Kent.

Un gran retrato de hoy, época en la que ya no podemos creer en héroes, y que la salvación viene junto con una gran desconfianza. Eso se refleja en la oscura fotografía de Larry Fong. El azul del uniforme de Superman parece más oscuro que nunca y Batman es un vigilante todavía más sombrío, sin escrúpulos para utilizar cualquier arma en combate. Son tiempos difíciles, casi sin ninguna esperanza y los héroes responden a eso, evidenciando toda su humanidad, tras todas las imperfecciones e incredulidad. La combinación de los trabajos de Fong, el equipo de efectos visuales y el de efectos especiales consigue que la gigantesca dimensión descrita en el guión se lleve a la gran pantalla de forma magistral. La sensación de enormidad y de brutalidad está perfectamente estampada en las escenas en las que resulta necesaria, así como también, cuando es necesaria la intimidad o el secreto, el posicionamiento de la cámara y sus movimientos se ejecutan de manera correcta, reforzando esas sensaciones en las escenas en las cuales son necesarias.

De esta manera, Batman v Superman trata sobre la humanización de mitos y monumentos, y de cómo en toda estatua de bronce acuñada hay una historia impregnada en su metal, y en ese sentido, los guionistas de la película son muy hábiles al jugar con la historia de los personajes, sin perder tiempo en explicar determinados hechos o referencias que pueden ser entendidas por el conocimiento casi natural que tenemos con estos personajes.

Gal Gadot como Wonder Woman

La película está tan bien estructurada que las apariciones de personajes tan famosos como los del título, no son gratuitas, hay una presentación y preparación bien trabajada para que esos hechos tengan lugar. El papel de Wonder Woman, por ejemplo, es de una interesante construcción, donde nuestra fascinación por el personaje aumenta a lo largo de la película, para que finalmente sea posible presenciar sus increíbles poderes. Y si esa demostración de fuerza de algunos de los héroes más conocidos del mundo y las habilidades de Zack Snyder en esas situaciones son incuestionables, el cineasta derrapa un poco cuando necesita tocar y emocionar, pues quizás podemos percibir una pequeña falta de sensibilidad en el director en estas cuestiones.

"Batman v Superman: El amanecer de la justicia" tiene mucho que decir, desde su momento más oscuro, hasta un futuro de esperanza, pero que vendrá acompañado de innumerables batallas. La película se convierte en el comienzo de un futuro en el cual La Liga de la Justicia y cada uno de los personajes que la compondrán serán explorados y darán origen a franquicias propias. Es decir, la lucha entre DC y Marvel se prolongará durante muchos años.

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